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    Einsatzgruppen: las fosas comunes existen

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    ¿Se encontraron las fosas comunes de los judíos asesinados en Europa Oriental?

    Los negacionistas del Holocausto argumentan lo siguiente:

    No se pudieron encontrar pruebas físicas de los asesinatos en masa en Europa Oriental, en forma de fosas comunes y cuerpos. Ni los soviéticos ni los polacos “encontraron ninguna fosa común con al menos algunos miles de cuerpos…”.[1]

    Por ejemplo, Germar Rudolf, un negacionista alemán del Holocausto, describe cómo en 1996, los habitantes del pueblo de Marijampole, Lituania, intentaron erigir un monumento a los judíos asesinados de su pueblo. Según Rudolf, los pobladores buscaban la fosa común donde “decenas de miles de judíos” asesinados fueron supuestamente enterrados, pero no pudieron encontrarla. Su fuente fue un artículo en un periódico lituano.[2] Además de este “fracaso” a la hora de encontrar al menos una fosa común en Marijampole, Jürgen Graf, un negacionista suizo del Holocausto, insiste en que tal incidente significa que “… la evidencia material del asesinato masivo de los judíos en los números alegados es totalmente inexistente”.[3]

    Los hechos son:

    Los Einsatzgruppen y sus colaboradores asesinaron judíos en Europa Oriental a medida que se adentraban al corazón de la Unión Soviética (Operación Barbarroja); los nazis ocuparon Lituania, Letonia, Ucrania, Crimea y otras zonas controladas por los soviéticos luego de junio de 1941. Hay miles de fosas comunes repletas de restos de judíos asesinados. A partir del 2013, un proyecto de Yad Vashem documentó 1,590 fosas comunes en parte de Ucrania únicamente. El sacerdote Patrick Desbois, que se dedica a documentar el asesinato de los judíos en Ucrania, también había documentado y localizado las fosas comunes. Al contrario de lo que los negacionistas del Holocausto argumentan, no existe una fosa común en Marijampole “que nunca apareció”, como se informó en forma imprecisa en un artículo de un diario lituano. La fosa común se encontró a unos 90 metros (300 pies) de la ubicación donde se creía que estaba.

    Hechos sobre el asesinato de los judíos de Marijampole:

    Los nazis entraron a Marijampole el domingo 23 de junio de 1941. En agosto de ese año, los nazis obligaron a los hombres judíos a cavar zanjas detrás de las barracas de la caballería en el río Shesupe. El 1 de septiembre de 1941, se solicitó a alrededor de 5,000 judíos de Marijampole que empacaran sus pertenencias porque serían enviados a un gran gueto donde podrían trabajar. Los llevaron a las barracas en el río, los mataron y los enterraron en las fosas que ellos mismos habían cavado. El Einsatzkommando 3 (del Einsatzgruppe A), liderado por Karl Jäger, cometió el asesinato masivo.[4] El informe de Jäger,[5]resumió la masacre de la manera siguiente:

    1,763 judíos,

    1,812 judías,

    1,404 niños judíos

    (111 personas más fueron asesinadas, incluidas algunas personas con problemas mentales y una mujer alemana que habían cometido el delito de casarse con un judío).

    Los hechos sobre la fosa común que “nunca apareció” en Marijampole:

    Parece que la fosa no estaba “desaparecida” al fin y al cabo. Las autoridades la encontraron a 90 metros (300 pies) del sitio original donde habían investigado. Allí se erigió un monumento. Los negacionistas del Holocausto no hicieron público este hecho y emplearon a Marijampole como su principal ejemplo de una fosa común “desaparecida”.

    Hechos sobre la existencia de miles de fosas comunes en el este:

    Hay miles de fosas comunes en Lituania, Letonia, Ucrania, Crimea y otras áreas de los territorios soviéticos. Yad Vashem está llevando a cabo un proyecto para identificar las fosas comunes en el área que los nazis llamaban Reichskommissariat Ukraine [traducible al español como “Comisariado del Reich para Ucrania”] (casi 1/6 de la zona ocupada por los alemanes). El proyecto aún está en curso, pero una lista parcial solo de Reichskommissariat de Ucrania contiene más de 1,500 fosas comunes identificadas (hasta febrero de 2013). La lista detalla coordenadas GPS, el nombre del pueblo donde se cometieron los asesinatos y una descripción de las ejecuciones que se cometieron allí.[6]

    Más específicamente, el informe de Yad Vashem divide al Reichskommissariat de Ucrania en 17 distritos. Para tomar un ejemplo, uno de los 17 distritos en su lista es el distrito Zhitomir, que abarca tanto la ciudad con el mismo nombre como las zonas aledañas. En este distrito, Yad Vashem identificó 105 sitios con fosas comunes, incluidos sitios en o cerca de los pueblos de Andrushevka, Baranovka, Barashi, Bazar, Berdichev, Chernyakhov, Chervonoye, Chudhov, Dzerzhinsk, Khodorkov, Kolodyanka, Korosten, Lyubar, Miropol, Novograd Volynskiy, Radomyshl, Ushomir y Yanushpol (entre muchos otros). Esta es solo una lista parcial de los pueblos y sitios de ejecución en la región de Zhitomir.[7]

    Aparte del proyecto de Yad Vashem, una comisión soviética posguerra, la Comisión Estatal Extraordinaria, encontró seis fosas comunes en el área de bosques cerca del pueblo de Zhitomir. Exhumaron 962 cuerpos de ambos sexos y varias edades. En otra zona cerca del pueblo encontraron 13 fosas comunes. Las abrieron y examinaron los cuerpos. Estimaron que no había menos de 20,000 cuerpos en estas fosas.[8] La Comisión practicó excavaciones en las fosas y realizó un recuento físico y un examen forense de los cuerpos.

    Los nazis documentaron sus atrocidades en el distrito de Zhitomir:

    En los Informes de situación de las operaciones redactados por el Einsatzgruppe C:

    OSR N.º 47 (9 de agosto 1941): “En Zhitomir, alrededor de 400 judíos, la mayor parte saboteadores y funcionarios políticos, fueron liquidados estos últimos días”.[9]

    OSR N.º 86 (17 de septiembre 1941): “266 judíos fueron liquidados como parte de medidas de represalia contra la rebelión de los judíos de Zhitomir. Incluso sabotearon las normas de oscuridad por la noche y encendieron sus lámparas durante los ataques aéreos de los rusos”.[10]

    OSR N.º 106 (7 de octubre 1941): “El 19 de septiembre de 1941, a partir de las 4 (de la mañana) se vació el barrio judío [de Zhitomir] luego de que 60 miembros de la milicia ucraniana lo hubiesen rodeado y sitiado el día anterior. La [deportación] por medios terrestres se realizó en 12 camiones, algunos suministrados por los cuarteles militares y en parte por la administración de la ciudad de Zhitomir. Una vez efectuado el traslado y los preparativos necesarios con la ayuda de 150 prisioneros, 3,145 judíos fueron registrados y asesinados. Se confiscaron alrededor de 25-30 toneladas de ropa, zapatos, platos, etc. durante este procedimiento y se los entregó a los oficiales de la NSV de Zhitomir para su distribución. Los objetos de valor y el dinero se entregaron al Sonderkommando 4a”.[11]

    Evidencia de testigos oculares sobre la masacre de los judíos en el distrito de Zhitomir:

    Se informó al Dr. Artur Neumann, un juez militar radicado en Zhitomir, que se iba a realizar un ahorcamiento. Luego del ahorcamiento, él observó:

    “…un grupo de personas estaban reunidas a cierta distancia del camino… Cuando llegué al sitio, vi la siguiente escena: se había cavado en el suelo una zanja de entre diez y quince metros (33 por 49 pies) e largo y casi cuatro metros (13 pies) de ancho… A unos quince metros (49 pies) de distancia había una hilera… de miembros de una formación SS. Diez a doce personas locales por vez avanzaban al frente de esta fosa y debían permanecer alineadas frente a ella dándole la espalda al escuadrón asesino de la SS… Se daba la orden de disparar y el escuadrón asesinaba a las personas. Inmediatamente caían en la fosa. Miré tres o cuatro ejecuciones a una distancia de tal vez veinte metros (66 pies) del escuadrón de tiro… Las personas asesinadas eran de todas las edades. También había mujeres entre ellos. Luego me di cuenta de que por su apariencia, estas personas no podían ser partisanos, espías o algo similar, sino que probablemente eran todos judíos… También recuerdo cómo uno o dos tiradores de la SS disparaba “coups de grâce” a la zanja luego de las ejecuciones”.[12]

    El general Rösler, que formaba parte del Regimiento de Infantería 528, escribió un informe al General de Infantería Schniewindt, el 3 de enero de 1942:

    “…nos informaron que se estaban realizando las ejecuciones a intervalos regulares. No pudimos ver el terraplén, de todas formas, en forma regular podíamos oír el sonido de un silbato, seguido por disparos de rifles y seguidos luego por algunos disparos de pistolas. Cuando finalmente subimos al terraplén, no estábamos en lo absoluto preparados para lo que vimos. Nos enfrentamos a una escena que era tan abominable y cruel que quedamos espantados. En la tierra había una fosa de unos siete a ocho metros (26 pies) de largo y quizás cuatro metros (13 pies) de ancho. La tierra que se había cavado estaba apilada a un lado de la fosa. Esta pila de tierra y la pared de la fosa estaban manchadas de rojo con chorros de sangre. La fosa estaba repleta de innumerables cuerpos humanos de todo tipo, tanto mujeres como hombres. Era difícil diferenciar bien a los cuerpos, por lo tanto, no era posible estimar cuán profunda era la fosa. Detrás de las pilas de tierra cavada había un escuadrón policial bajo las órdenes de un oficial de la policía. Había rastros de sangre en sus uniformes. En un gran círculo alrededor de la fosa había soldados de los destacamentos, algunos estaban en camiones de aseo mirando los procedimientos. También había la misma cantidad de civiles, incluidas mujeres y niños… En la fosa los muertos no yacían en orden, sino que se los dejaba donde caían luego de haber sido asesinados al borde de la zanja. A todas estas personas primero se les disparaba en el cuello y luego se las remataba con pistolas desde arriba”.[13]

    Las dificultades para localizar y documentar las fosas comunes hoy:

    El sacerdote Patrick Desbois, un cura romano católico, viaja a Ucrania para buscar las fosas comunes de los judíos asesinados. Se enteró que 65 años más tarde el aspecto del terreno puede cambiar en forma drástica, dificultando la tarea de localizar una fosa en particular incluso en un área general. Algunas veces solo una pequeña alteración del terreno indica la presencia de una fosa común.

    Los nazis no documentaron los sitios de sus crímenes de manera precisa; en realidad, dedicaron mucho tiempo y energía a intentar trasladar cualquier prueba a otro lugar más adelante. ¿Por qué? Cuando los nazis se retiraban ante el avance soviético, quisieron cavar las fosas y cremar los cuerpos para destruir la evidencia. Esta actividad alteró aún más los sitios donde se ubicaban las fosas comunes y a veces dificultó aún más la tarea de encontrar el sitio exacto de las fosas.

    Cada año, el sacerdote Desbois realiza investigaciones exhaustivas sobre las posibles ubicaciones de las fosas incluso antes de partir hacia Ucrania. De todas formas, a veces tiene que usar un detector de metales para encontrar el sitio donde está la fosa. Se ha dado cuenta de que donde hay muchos cartuchos alemanes hay mayores probabilidades de encontrar una fosa común cerca. “Una bala, un judío. Un judío, un cartucho”.[14]

    By Avi1111 - Own work, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=27614537
    Fosa común en Ponar. Por Avi1111 – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, a través de Wikimedia Commons.

    Conclusión:

    Las pruebas físicas, las declaraciones de testigos oculares y los documentos de los nazis alemanes demuestran que hay miles de fosas comunes en el este. El este es el sitio de descanso de más de 1,150,000 judíos. Un artículo periodístico sobre la dificultad para encontrar una fosa común no constituye una prueba histórica. El uso de pruebas anecdóticas utilizadas de forma inadecuada es una estrategia frecuente de los negacionistas del Holocausto. Estas historias no son válidas y tampoco son lógicas. Mientras tanto, los negacionistas del Holocausto exigen que historiadores responsables y formados analicen la documentación y las pruebas físicas hasta el último detalle. Luego argumentan que los testigos de los eventos de 1940 tienen lapsus en la memoria o bien diferentes perspectivas. Según los negacionistas, con que haya una diferencia mínima entre las declaraciones de los testigos oculares, esto significa que alguien está mal informado o está mintiendo. Es muy improbable que los testigos puedan recordar a la perfección eventos que presenciaron hace 25 años, sin mencionar aquellos que sucedieron hace más de 70 años. A pesar de esto, los negacionistas del Holocausto aceptan un artículo periodístico sobre un pueblo lituano pequeño como prueba de su suposición de que los Einsatzgruppen no asesinaron a 1,150,000 judíos. Desde entonces, se ha encontrado la fosa común en este pueblo lituano (¡a 90 metros!), pero los negacionistas del Holocausto no desean corregir su error.[15]

    NOTAS

    [1] Carlo Mattogno y Jürgen Graf, Treblinka: Extermination Camp or Transit Camp? (Theses & Dissertations Press, 2004), p. 226 en http://vho.org/dl/ENG/t.pdf.

    [2] Germar Rudolf, “The Controversy about the Extermination of the Jews: An Introduction”, donde se cita a los periódicos lituanos Lietuvos Rytas, 21 de agosto de 1996 en http://www.vho.org/GB/Books/dth/fndintro.html#ftn145.

    [3] Jürgen Graf, “Raul Hilberg’s Incurable Autism” (“Hilberg’s Documentation Problems”) en http://www.vho.org/tr/2003/3/Graf344-350.html.

    [4] Para un buen informe de la masacre véase Lithuania: Crime & Punishment, N.º 6, enero de 1999, pp. 79-81.

    [5] Karl Jäger, informe con fecha del 1 de diciembre de 1941 en http://fcit.usf.edu/HOLOCAUST/resource/document/DocJager.htm.

    [6] Se puede leer el informe, “Online Guide of Murder Sites of Jews in the Former USSR” en http://www1.yadvashem.org/yv/en/about/institute/killing_sites_catalog.asp.

    [7] Véase “Online Guide of Murder Sites of Jews in the Former USSR”, de Yad Vashem, sección Zhitomir en http://www1.yadvashem.org/yv/en/about/institute/killing_sites_catalog_details_full.asp?region=Zhitomir. En un área que forma parte del condado actual de Ucrania encontraron lo siguiente por región: Chernigov, 23; Dnepropetrovsk, 23; Kamanets Podolsk, 92; Kharkov, 60; Kherson, 6; Kiev, 12; Kirovograd, 5; Lwow, 70; Nikolayev, 53; Poltava, 20; Stalino, 35; Stanislowow, 99; Sumy, 33; Vinnitsa, 86; Voroshilovgrad, 15; Wolyn, 164; Zaporozhye, 61; Zhitomir, 95; lo que asciende a un total de 952. Estas son solo las fosas que descubrieron e identificaron. En 8 regiones de Bielorrusia encontraron e identificaron 646 fosas comunes. Esto no incluye al resto de los países invadidos por los alemanes, como Lituania, Letonia, Estonia, etc.

    [8] Roberto Muehlenkamp, “Neither the Soviets nor the Poles have found any mass graves with even only a few thousand bodies . . .”, en http://holocaustcontroversies.blogspot.com/2006/07/neither-soviets-nor-poles-have-found.html.

    [9] Yitzhak Arad, Shmuel Krakowski y Shmuel Spector (editores), The Einsatzgruppen Reports: Selections for the Dispatches of the Nazi Death Squads’ Campaign Against the Jews in Occupied Territories of the Soviet Union July 1941–January 1943 (Holocaust Library, 1989), p. 79.

    [10] Yitzhak Arad, Shmuel Krakowski y Shmuel Spector (editores), The Einsatzgruppen Reports: Selections for the Dispatches of the Nazi Death Squads’ Campaign Against the Jews in Occupied Territories of the Soviet Union July 1941–January 1943 (Holocaust Library, 1989), p. 135. Véase también http://www.holocaustresearchproject.org/einsatz/situationreport17.html (Operational Situation Report USSR No. 17).

    [11] Yitzhak Arad, Shmuel Krakowski y Shmuel Spector (editores), The Einsatzgruppen Reports: Selections for the Dispatches of the Nazi Death Squads’ Campaign Against the Jews in Occupied Territories of the Soviet Union July 1941–January 1943 (Holocaust Library, 1989), p. 174. Véase también http://www.holocaustresearchproject.org/einsatz/situationreport106.html (Operational Situation Report USSR No. 106).

    [12] Ernst Klee, Willi Dressen y Volker Riess (editores), “The Good Old Days”: The Holocaust as Seen by Its Perpetrators and Bystanders (Free Press, 1988), pp. 115-116.

    [13] Ernst Klee, Willi Dressen y Volker Riess (editores), “The Good Old Days”: The Holocaust as Seen by Its Perpetrators and Bystanders (Free Press, 1988), pp. 117-119.

    [14] Father Patrick Desbois, The Holocaust by Bullets: A Priest’s Journey to Uncover the Truth Behind the Murder of 1.5 Million Jews (Palgrave Macmillan, 2008), p. 53.

    [15] Como muestra adicional de su descuido, un negacionista del Holocausto, alegando que las fosas comunes nunca se encontraron y lo que esto implica, siguió refiriéndose a Marijampole como si estuviera en Latvia, y mencionaba que el diario que lo informó era de Latvia. El diario es de Lituania y Marijampole está en Lituania. (Véase http://forum.codoh.com/viewtopic.php?f=2&t=608&start=0.)