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    Crematorios de Auschwitz-Birkenau: disponibilidad de coque (carbón) para la cremación

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    ¿Había suficiente carbón disponible en Auschwitz-Birkenau para cremar los restos de casi 900,000 víctimas judías?

    Los negacionistas del Holocausto argumentan lo siguiente:

    Nunca hubo suficiente coque (carbón) en Auschwitz-Birkenau para cremar los restos de los casi 900,000 judíos que fueron asesinados en las cámaras de gas.[1]

    En la causa judicial David Irving contra Penguin Books Ltd. y Deborah Lipstadt (2000), el negacionista del Holocausto David Irving alegó que, como no había suficiente coque (carbón) en Auschwitz-Birkenau, fue imposible que se asesinaran y cremaran cientos de miles de prisioneros. Durante el juicio, Irving llevó a cabo su propio interrogatorio de los expertos y testigos. Durante el interrogatorio de Robert Jan van Pelt, experto en Auschwitz-Birkenau, Irving colocó una botella de agua en el banquillo de testigos y preguntó: “¿Es su creencia real y sincera que se puede incinerar un cadáver con la cantidad de coque que entraría en una de estas botellas de agua? ¿Eso es lo que está diciendo?”.[2] Con esa pregunta, buscaba afirmar que la supuesta falta de coque (carbón) demostraba que el asesinato y la cremación de más de un millón de personas había sido imposible.

    Los hechos son:

    No sabemos cuánto coque (carbón) recibía Auschwitz-Birkenau porque los registros están incompletos. Todo intento de calcular cuánto se usaba allí es fútil por naturaleza. Además, deben considerarse tres hechos importantes. (1) Se cremaban varios restos simultáneamente. (2) Los hornos estaban en continuo funcionamiento. (3) Era habitual el uso de combustibles alternativos y de pozos de incineración al aire libre. Estos hechos vuelven irrelevante la cuestión respecto de la cantidad de coque (carbón).

    La cantidad necesaria de coque (carbón) para alimentar los hornos crematorios de Auschwitz-Birkenau:

    David Irving, negacionista del Holocausto, afirmó que se necesitaban entre 30 y 35 kg de coque para cremar un cadáver. En 1993, publicó cifras de cargamentos con coque destinados a Auschwitz-Birkenau, asegurando que se basaban en documentos de los archivos de Moscú. Según Irving, las cifras indican que se entregaron 2,188 toneladas totales de coque a Auschwitz-Birkenau entre 1940 y 1944. Luego, sugiere que esta cantidad no bastaba para cremar los cuerpos de 900,000 judíos. Incluso Carlo Mattogno, un negacionista italiano del Holocausto, no logró verificar la existencia de esos registros que supuestamente provenían de los archivos de Moscú. A la fecha, Irving aún no ha publicado ni revelado los documentos propiamente dichos.[3]

    Los académicos han demostrado que los registros disponibles sobre el coque entregado a Auschwitz-Birkenau están incompletos. Solo existe un registro de las entregas realizadas entre el 16 de febrero de 1942 y octubre de 1943, con un gran vacío en el medio. Según los registros, se recibieron 497 toneladas de coque en 240 entregas.[4]  No obstante, sin los registros completos, es imposible realizar cálculos sobre el uso promedio de coque en Auschwitz-Birkenau. La afirmación de Irving carece de pruebas firmes que la fundamenten.

    Aunque desconocemos la cantidad total de coque enviada a Auschwitz-Birkenau, sí sabemos otros hechos importantes. Con respecto al uso de coque, Henryk Tauber, miembro de uno de los Sonderkommandos de cremación en Auschwitz-Birkenau, testificó: “… solo usábamos el coque para encender el fuego de los hornos al principio ya que los cadáveres gordos luego se incineraban por su cuenta, gracias a la combustión de la grasa corporal. En ocasiones, cuando había escasez de coque, poníamos paja y madera en los contenedores de cenizas debajo de las muflas y, una vez que comenzaba a arder la grasa de un cadáver, seguían los otros cuerpos”.[5] De acuerdo con el testimonio de Tauber, no había correspondencia directa entre la proporción de coque utilizado y la cantidad de cadáveres que podían incinerarse. Una vez que el fuego se prendía, no hacía falta tanto coque para quemar más restos.

    Hay evidencia de que los hornos estaban diseñados para reducir el uso de combustible mediante el funcionamiento continuo. Una prueba fundamental se desprende de un memorando de Topf & Sons, la empresa que diseñó y fabricó los hornos utilizados en Auschwitz-Birkenau, con fecha del 11 de marzo de 1943. Con el encabezado “Estimación de utilización de coque para el Crematorio II K L”, el documento sugería que el uso de coque podría reducirse en un tercio” si se hacía funcionar a los hornos de manera continua.[6]

    Además, sabemos que, en Auschwitz-Birkenau, no siempre se utilizaba coque para la eliminación de los cadáveres. Por ejemplo, a fines de 1944, los nazis asesinaban entre 8,000 y 10,000 judíos húngaros por día. Este fue el auge de la llamada “Acción Húngara”, cuando la cantidad de restos humanos que debían cremarse superaba la capacidad diaria de los hornos. En consecuencia, se cavaron pozos de incineración al aire libre detrás de la cámara de gas y crematorio V y al lado de una cabaña (que había funcionado como cámara de gas antes de la instauración de los cuatro edificios específicos, que comenzaron a operar en 1943).

    Coke shipments. Bundesarchiv, Bild 183-N0624-344 / Otto Donath / CC-BY-SA 3.0 [CC BY-SA 3.0 de (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/de/deed.en)], via Wikimedia Commons.
    Cargamentos de coque. Bundesarchiv, Bild 183-N0624-344 / Otto Donath / CC-BY-SA 3.0, a través de Wikimedia Commons.

    Conclusión:

    No sabemos exactamente cuánto coque (carbón) recibía Auschwitz-Birkenau porque los registros están incompletos. En consecuencia, se vuelve fútil todo intento de calcular la cantidad exacta de combustible requerido. Asimismo, como ya se ha indicado, otros hechos también son importantes: (1) la cremación de varios restos simultáneamente, (2) el funcionamiento continuo de los hornos, y (3) el uso de otras fuentes de combustible y de pozos de incineración al aire libre vuelven irrelevante el total exacto de coque (carbón). La ejecución y la eliminación masiva de más de un millón de personas sí sucedió en Auschwitz-Birkenau.

    NOTAS

    [1] El coque es una forma de carbón que tiene pocas impurezas y un alto contenido de carbono.  Se quema con más eficiencia que el carbón crudo.

    [2] Transcripción, día 9, 25 de enero de 2000, p. 148 en https://www.hdot.org, “Day-by-day transcripts”.

    [3] John C. Zimmerman, “Body Disposal at Auschwitz: The End of Holocaust Denial” (“Fuel Consumption”) en http://www.phdn.org/archives/holocaust-history.org/auschwitz/body-disposal/.

    [4] John C. Zimmerman, “Body Disposal at Auschwitz: The End of Holocaust Denial” (“Fuel Consumption”).

    [5] Robert Jan van Pelt, The Van Pelt Report (“IV Attestations, 1945-46”) en https://www.hdot.org. Véase también John C. Zimmerman, “Body Disposal at Auschwitz: The End of Holocaust Denial” (“Fuel Consumption”).

    [6] John C. Zimmerman, “Body Disposal at Auschwitz: The End of Holocaust Denial” (“Fuel Consumption”).