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    La Operación Reinhard y las fosas comunes: la investigación de Krege

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    ¿Cuáles son las pruebas de que hay fosas comunes en el campo de la muerte de Treblinka?

    Los negacionistas del Holocausto argumentan lo siguiente:

    La tecnología muestra que la superficie del terreno de Treblinka no tiene indicios de perturbaciones. Existirían perturbaciones detectables en el suelo si Treblinka hubiese sido un campo de la muerte con grandes fosas comunes.

    Los hechos son:

    Es falsa la alegación que realizan los negacionistas del Holocausto. Existe evidencia fotográfica, así como pruebas forenses de posguerra, que demuestran la existencia de las fosas comunes.

    Los negacionistas del Holocausto y su pseudociencia:

    El Instituto para la Revisión Histórica (“Institute of Historical Review” en inglés), una organización negacionista del Holocausto con sede en California, asegura que, en octubre de 1999, un equipo liderado por el negacionista australiano, Richard Krege, “examinó atentamente todo el sitio de Treblinka II, en especial la sección de las ‘fosas comunes’” y “no halló perturbaciones del suelo que fueran coherentes con el entierro de cientos de miles de cadáveres, ni siquiera evidencia de que el suelo alguna vez se hubiera perturbado.  Además, Krege y su equipo no encontraron pruebas de tumbas individuales, restos óseos, cenizas humanas ni cenizas de madera”.[1]

    Los hechos sobre la “investigación” de Krege:

    Krege asegura que utilizó la tecnología de radar de penetración terrestre (GPR, por su sigla en inglés) para investigar los campos de la muerte de Belzec y Treblinka en 1999-2000.

    Un dispositivo de GPR, como el que supuestamente utilizó Krege, tiene un aspecto similar a una cortadora de césped. Cuando se lo empuja o arrastra por la superficie del terreno, mapea la estructura del suelo por debajo. Utiliza ondas sonoras para este trazado y muestra los resultados en una pantalla de computadora. Krege asegura que el GPR es tan sensible que incluso revelaría la marca de una pala hundida en la tierra.[2]

    Krege afirma que, en 1999, junto con otros dos negacionistas del Holocausto, el suizo Jürgen Graf y el italiano Carlo Mattogno, arrastró el GPR sobre el terreno de Treblinka y descubrió que estaba “casi perfecto” y “libre de actividades humanas”.  El autor concluye: “No se encontraron: fosas comunes, fragmentos de esqueletos, cenizas humanas, cenizas de madera, irregularidades de terreno, recintos o restos de construcciones, restos de árboles o tocones, cavidades, dientes de oro”.[3]

    Evidencia del estado del terreno en Treblinka:

    Antes del abandono de Treblinka en noviembre de 1943, los edificios del campo se habían arrasado hasta sus cimientos y se habían cubierto de arena. Las fosas comunes habían sido exhumadas; los restos, cremados; los pozos, rellenados y tapados de nuevo. Por si fuera poco, los vecinos polacos llenaron la tierra de pozos en busca de objetos de valor que hubieran pertenecido a los judíos asesinados.

    Rachel Auerbach, sobreviviente de Varsovia, visitó Treblinka en 1946 con cinco antiguos prisioneros del campo. Vieron a los polacos buscando tesoros en lo que la misma Rachel denominó “la fiebre de oro de Treblinka”. Con sus acompañantes, presenciaron lo siguiente: “Vemos multitudes de cazadores de tesoros y saqueadores de toda clase, palas en mano. Cavan, buscan y saquean; criban la arena; arrastran partes de cadáveres putrefactos de la tierra, huesos y desechos dispersos, con la esperanza de que quizás lleguen a toparse con al menos una moneda o un diente de oro… No queda un solo lugar intacto en toda la zona. Todo se ha destrozado y desenterrado, hay pequeños montículos y hoyos por doquier. Y por encima, por debajo y por el medio de ellos, todo tipo de objetos… Pero la evidencia física no se limitaba a objetos. A medida que nos adentrábamos en el terreno, caminamos por un sector sembrado de huesos humanos… tibias, costillas, pedazos de columna vertebral, cráneos grandes y pequeños, cortos y largos, redondos y planos. ¡Cráneos!”.[4]

    También hay imágenes de Treblinka de 1945 que claramente muestran el suelo perturbado y los huesos humanos dispersos, debido a las “excavaciones salvajes” de los vecinos polacos.[5] Las fotografías muestran una zona que parece un “paisaje lunar”, lleno de hoyos, huesos, tierra y ceniza volcadas, “saturadas de fragmentos blancos que obviamente son fragmentos óseos” y al menos un pozo de gran tamaño.[6]

    Si el dispositivo de GPR de Krege era tan sensible que podría haber encontrado la marca de una pala hundida en el suelo, ¿cómo pasó por alto la abrumadora evidencia del campo destruido? ¿Cómo no encontró la excavación bien documentada que realizaron los locales?[7]

    Treblinka death camp summer 1945 03
    Antiguo campo de la muerte de Treblinka en el verano de 1945. De Nieznany/autor anónimo [dominio público], a través de Wikimedia Commons

    Otras pruebas del terreno perturbado, de huesos humanos y de cenizas en Treblinka:

    La Fiscalía del Estado de Polonia, junto con la Comisión Principal para la Investigación de los Asesinatos Alemanes en Polonia, examinaron el sitio de Treblinka en noviembre de 1945.  En su informe final, observaron que habían encontrado varias fosas, la más grande de las cuales medía unos 6 m (unos 20 pies) de profundidad.  En el pozo de mayor tamaño: “… Se encontraron numerosos restos humanos en estas excavaciones, parte de los cuales aún estaban en estado de descomposición. El suelo consiste en cenizas intercaladas con arena… Durante las excavaciones, el suelo desprendía un intenso hedor a quemado y putrefacción”.[8] La arena cubría un área de unos 20,000 metros cuadrados, o 215,278 pies cuadrados y estaba mezclada con cenizas humanas, lo que la volvía gris y granular.[9]

    En 1959, quince años después, Martin Gilbert, el célebre historiador del Holocausto, visitó Treblinka: “Finalmente, llegamos a un enorme claro, rodeado a todos lados por un bosque denso. El sol empezaba a caer y, con la oscuridad, llegaba el frescor de la noche y un frío rocío.  Descendí del carro hacia el suelo arenoso: un suelo que era más gris que marrón. Motivado por quién sabe qué impulso, pasé la mano por ese suelo, una y otra y otra vez. La tierra bajo mis pies era tosca y punzante: estaba repleta de fragmentos de huesos humanos”.[10] 

    ¿Cómo es que Krege pasó por alto las astillas de hueso y las cenizas en la arena, que todavía podían encontrarse en la superficie del suelo, visible incluso sin tecnología de GPR?

    Un estudio contemporáneo del campo de la muerte de Treblinka:

    Krege y sus amigos negacionistas tuvieron que ir a hurtadillas para realizar su “investigación” con el dispositivo de GPR, ya que no contaban con el permiso de las autoridades del museo de Treblinka. No obstante, Caroline Sturdy Colls, arqueóloga forense, llevó a cabo un estudio en 2010 tras obtener dicha autorización. Así, fue capaz de realizar la investigación de una manera científica, no furtivamente, y realizar un sondeo fragmentado. Con el mismo dispositivo de GPR que supuestamente utilizó Krege, Colls ha identificado de forma preliminar “numerosas fosas enterradasde considerable tamaño y profundidad, una en particular mide 26 x 17 m” [85 x 55 ft].Colls remarcó que “otras cinco fosas de tamaños distintos y de al menos la misma profundidad” se encuentran en las cercanías del primer pozo.“Dado su tamaño y ubicación, existen fuertes motivos para argumentar que se trata de zonas de entierro”.[11] Colls ha publicado obras relacionadas con su investigación en Treblinka, y ha captado la atención del público.[12]

    Krege y sus afirmaciones actuales:

    En 2001, los hallazgos de Krege se presentaron en un artículo del Journal of Historical Review, publicado por el Instituto para la Revisión Histórica, una organización estadounidense negacionista del Holocausto.[13] En aquel entonces, el autor anunció que sus descubrimientos se publicarían en un libro, pero, para 2014, todavía no habían salido más artículos ni libros al respecto.[14] Ni siquiera Carlo Mattogno, negacionista italiano del Holocausto que financió la investigación de Krege y que lo acompañó al sitio, se ha mostrado dispuesto a endorsar públicamente estos hallazgos espurios en los años transcurridos desde aquel entonces.

    Krege fue orador en conferencias negacionistas del Holocausto en Washington, D. C. (2001) y en Moscú (2002). Aunque sus simpatizantes lo describen como un “aclamado orador sobre Treblinka”[15], su única aparición notable adicional tuvo lugar en la conferencia iraní sobre negacionismo del Holocausto de 2006 en Teherán.[16]

    Conclusión:

    Es falsa la afirmación de Krege de que el terreno de Treblinka estaba intacto. Existe evidencia fotográfica sobre el estado tras el cierre del campo, que muestra el área plagada de hoyos, montículos de arena y pozos profundos. Estas imágenes también revelan huesos y restos humanos, que podrían detectarse a simple vista.

    Además de estas perturbaciones documentadas del terreno de Treblinka, la Fiscalía del Estado de Polonia, junto con la Comisión Principal para la Investigación de los Asesinatos Alemanes en Polonia, demostraron la existencia de fosas comunes en Treblinka en noviembre de 1945. También encontraron cenizas y restos humanos. En 2010 se realizó un estudio autorizado mediante el uso de un dispositivo de GPR, que reveló una cantidad de pozos funerarios de gran profundidad y anchura.

    NOTAS

    [1] “Treblinka Ground Radar Examination Finds No Trace of Mass Graves” en http://www.ihr.org/jhr/v19/v19n3p20_radar.html.

    [2] Richard Krege, “The 1999 Krege Report on the Treblinka Extermination Camp” en http://barnesreview.org/wp/archives/280.

    [3] Richard Krege, “The 1999 Krege Report on the Treblinka Extermination Camp”.

    [4] Rachel Auerbach en el trabajo de Alexander Donat, editor, The Death Camp: Treblinka: A Documentary (Biblioteca del Holocausto, 1979), pp. 69-71.

    [5] Véanse fotografías del campo de 1945, que muestran claramente las pilas de arena y los restos humanos de los judíos asesinados en Treblinka, los cuales los buscadores de tesoros dejaron al descubierto, en http://holocaustcontroversies.blogspot.com/2011/12/belzec-sobibor-treblinka-holocaust_5940.html.  Estas y otras imágenes están disponibles en los archivos de la Casa de los Combatientes de los Guetos en Israel en http://gfh.org.il/eng/.

    [6] “Belzec, Sobibor, Treblinka. Holocaust Denial and Operation Reinhard. Chapter 7: Mass Graves (2). Number, Dimensions and contents of the Mass Graves” en http://holocaustcontroversies.blogspot.com/2011/12/belzec-sobibor-treblinka-holocaust_5940.html.

    [7] Para obtener más información, véase http://holocaustcontroversies.blogspot.com/2008/03/gold-rush-in-treblinka.html.

    [8] “Protokol czynnosci wykomanych w terenie w toku dochodzenia sadowego w sprawie obozu smierci w Treblince, AIPN NTN 69”, según se cita en “Belzec, Sobibor, Treblinka. Holocaust Denial and Operation Reinhard. Chapter 7: Mass Graves (2). Number, Dimensions and contents of the Mass Graves” en http://holocaustcontroversies.blogspot.com/2011/12/belzec-sobibor-treblinka-holocaust_5940.html.

    [9] “Protokol czynnosci wykomanych w terenie w toku dochodzenia sadowego w sprawie obozu smierci w Treblince, AIPN NTN 69”, según se cita en “Belzec, Sobibor, Treblinka. Holocaust Denial and Operation Reinhard. Chapter 7: Mass Graves (2). Number, Dimensions and contents of the Mass Graves” en http://holocaustcontroversies.blogspot.com/2011/12/belzec-sobibor-treblinka-holocaust_5940.html.

    [10] Martin Gilbert, The Holocaust: A History of the Jews of Europe during the Second World War (Holt, Rinehart and Winston, 1985), prefacio, p. 17.

    [11] Lee Cain, “British archaeologist destroys Holocaust deniers’ argument with mass grave find at Treblinka”, Mail Online, 14 de abril de 2013 en http://www.dailymail.co.uk/news/article-2087735/British-archaeologist-discovers-fresh-evidence-mass-graves-World-War-Two-death-camp-Treblinka.html y “Treblinka: Revealing the hidden graves of the Holocaust”, BBC News Magazine, 23 de enero 2012 en http://www.bbc.co.uk/news/magazine-16657363.  (El artículo de la BBC contiene mapas a color de los hallazgos de Coll).

    [12] Por ejemplo, véase Elizabeth Svoboda, “Unearthing the Atrocities of Nazi Death Camps”, Scientific American (abril de 2016) https://www.scientificamerican.com/article/unearthing-the-atrocities-of-nazi-death-camps/.

    [13] “Treblinka Ground Radar Examination Finds No Trace of Mass Graves” en http://www.ihr.org/jhr/v19/v19n3p20_radar.html.

    [14] Véase el sitio web de David Irving, http://www.fpp.co.uk/Auschwitz/Treblinka/IHRJ191000.html, que cita a “Treblinka Ground Radar Examination Finds No Trace of Mass Graves”, Journal of Historical Review, 19(3), mayo/ junio de 2000.

    [15] “Was Treblinka a Death Camp?” en http://holocaustdenial.com/Zyklon_B/judicial_inc_biz/Treblinka.html.

    [16] “Iran Hosts Anti-Semitic Hatefest in Tehran” en http://archive.adl.org/main_International_Affairs/iran_holocaust_conference.htm?Multi_page_sections=sHeading_3.